Claudia López, un discurso de inclusión que se derrumbó con el tiempo por su hipocresía – Por Raymond Azar

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La exsenadora, excandidata presidencial y hoy día Alcalde Mayor de Bogotá, Claudia López, empezó su carrera política vendiendo un discurso de igualdad e inclusión, pues como es público y notorio, López es una persona integrante de la comunidad LGTB y fue la bandera en representación de la comunidad LGTB para un puesto político de relevancia en Colombia, con la intención de generar un cambio positivo para quienes consideran que no tienen las mismas oportunidades.

Pero nada de lo que sucede hoy en Bogotá, tiene que ver con las inclinaciones sexuales de sus ciudadanos. López en los últimos meses ha mostrado su verdadera cara: la que se vendió como un inocente cordero, que buscaba igualdad de condiciones para todo el mundo, ha emprendido una campaña xenofóbica en contra de los venezolanos.

Su discurso de inclusión fue expresado para venderse ella y para poder ser aceptada en la sociedad colombiana dentro una sociedad machista y homofóbica en su gran mayoría durante años de historia.

Ahora podemos ver que su discurso nunca fue expresado con el deseo sincero de Bogotá “entrarán todos sin distinciones” como vendía la imagen en su campaña, sino que Claudia López buscó posicionarse a través de la lástima que podía causar, en una victimización que muchos emplean para beneficios propios.

Hoy por hoy por vemos que su discurso fue pura mentira y basura. Su incompetencia para mantener el orden y la seguridad en Bogotá la justifica señalando como culpable a los inmigrantes venezolanos; mentiras que, con su otra cara, vomita un discurso xenofóbico, lleno de odio, que ha lastimado y perjudicado a miles de hermanos venezolanos que se fueron a ese gran país huyendo de una dictadura criminal, tal y como los colombianos lo hicieron en las décadas de los 80 y 90.

La empatía es algo que evidentemente ha perdido, pero que un personaje tan nefasto como Claudia López sea la cabeza política de una ciudad tan importante como Bogotá es más preocupante: López no representa ni a los ciudadanos de Bogotá ni a los colombianos en general.

Esta señora tuvo el tupé de responder a las críticas en su contra señalando de hipócritas a venezolanos que critican desde la comodidad del sueldo y del zoom.

La pregunta: señora López ¿De dónde saca usted sus señalizaciones? Hace par de días hubo otro sicariato en la ciudad y de eso no ha dicho nada, son ya cuatro eventos de tiroteos en las últimas semanas, pero la alcaldesa opto por solo señalar donde había venezolanos involucrados. Desde la hipocresía progresista de un discurso de apertura, inclusión e igualad que no cumple y claro, desde la comodidad de su despacho, que, en vez de utilizarlo para trabajar y resolver los problemas de su ciudad, de manera muy mediocre y patética justifica que sus carencias de seguridad son culpa de los venezolanos.

Los números:

El ente encargado de los temas migratorios en Colombia reveló datos que desmontan los ataques de la alcaldesa de Bogotá, y señala que solo el 1,8% de los detenidos en las diferentes cárceles del país son venezolanos. Su mala gestión y las mentiras quedaron al descubierto.

En Colombia hay una población penitenciaria de 97.000 personas según datos del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC).

Migración de Colombia manifestó que continuará trabajando en la implementación del Estatuto Temporal de Protección. El mecanismo ordenador por el presidente Duque busca regularizar a 1,8 millones de migrantes venezolanos.

Venezolanos expulsados por delinquir:

Solo en este año, la entidad colombiana ha completado más de 11.000 diligencias para verificar que los extranjeros cumplan con la normatividad y respeto de la legislación. Durante el año 2020, adelantó más de 41.000 procesos de esa naturaleza.

Con el propósito de garantizar la seguridad nacional, recalcó que fueron expulsados de Colombia por obrar de manera indebida una cifra superior a los 1.200 venezolanos en 2020.

“Situaciones como las registradas el día de ayer (14 de marzo de 2021) en la ciudad de Bogotá deben fomentar la unión, el trabajo en equipo y no la estigmatización. Rechazamos, condenamos y trabajamos unidos como país, para que situaciones como ésta no se vuelvan a presentar”, sostuvo Migración de Colombia.

Su gestión

La gestión de Claudia López es una gestión patética, populista, mentirosa y lamentable, igual de lamentable como quien la dirige. Es notorio que su popularidad ha decaído sin frenos en los últimos meses, en su vulgar desesperación tiene que asumir posición en contra de algo, la migración y la violencia. También sus aliados se han distanciado. Con estas acciones xenofóbicas no encontrará soluciones, alargará el problema que tiene en sus narices.

Su fin evidentemente es mantenerse en el juego político y quizás conectar así con el sector nacionalista. La verdad de este hecho es que ha utilizado la crisis humanitaria que sufre Venezuela para generar rechazo a quienes buscan una mejor calidad de viva fuera de su país.

Bogotá, Colombia y Latinoamérica no merecen un dirigente como ella, este tipo de personajes manipuladores e hipócritas deben ser expulsados del panorama político y ser denunciados ante instancias internacionales por su discurso de odio.

Un discurso de odio como los utilizados por la alcaldesa son factores para generar violencia ¿Cuál inclusión? ¿Cuál igualdad? 

El hecho de aprovechar la situación delicada de unos inmigrantes que dejaron su país forzosamente y no de manera voluntaria, deja clara la calidad humana de la alcaldesa: no pelea por inclusión e igualdad, más bien llena de manipulación deplorable un asunto tan grave y lo excusa por ser una incompetente y una incapaz.

La delincuencia no se mide por una nacionalidad; las responsabilidades son individuales, como hay delincuentes venezolanos, también los hay de otras nacionalidades. El odio que ha generado entre la comunidad venezolana tarde o temprano le pasará factura a su carrera política.

Claudia López,de su mano solo gestiona odio, incompetencia, hipocresía y retroceso. Personas así le quedan pequeños a la gran Colombia. Y nosotros los venezolanos no podemos replicar aquello que la alcaldesa genera, somos más que eso, aunque sentir lástima por un ser tan despreciable es casi inevitable. Bogotá será un mejor lugar cuando ella ya no este en la alcaldía.

Que viva Colombia y que viva Venezuela.

El ente encargado de los temas migratorios en Colombia reveló datos que desmontan los ataques de la alcaldesa de Bogotá, y señala que solo el 1,8% de los detenidos en las diferentes cárceles del país son venezolanos. Su mala gestión y las mentiras quedaron al descubierto.

En Colombia hay una población penitenciaria de 97.000 personas según datos del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC).

Migración de Colombia manifestó que continuará trabajando en la implementación del Estatuto Temporal de Protección. El mecanismo ordenador por el presidente Duque busca regularizar a 1,8 millones de migrantes venezolanos.

Venezolanos expulsados por delinquir:

Solo en este año, la entidad colombiana ha completado más de 11.000 diligencias para verificar que los extranjeros cumplan con la normatividad y respeto de la legislación. Durante el año 2020, adelantó más de 41.000 procesos de esa naturaleza.

Con el propósito de garantizar la seguridad nacional, recalcó que fueron expulsados de Colombia por obrar de manera indebida una cifra superior a los 1.200 venezolanos en 2020.

“Situaciones como las registradas el día de ayer (14 de marzo de 2021) en la ciudad de Bogotá deben fomentar la unión, el trabajo en equipo y no la estigmatización. Rechazamos, condenamos y trabajamos unidos como país, para que situaciones como ésta no se vuelvan a presentar”, sostuvo Migración de Colombia.

Su gestión

La gestión de Claudia López es una gestión patética, populista, mentirosa y lamentable, igual de lamentable como quien la dirige. Es notorio que su popularidad ha decaído sin frenos en los últimos meses, en su vulgar desesperación tiene que asumir posición en contra de algo, la migración y la violencia. También sus aliados se han distanciado. Con estas acciones xenofóbicas no encontrará soluciones, alargará el problema que tiene en sus narices.

Su fin evidentemente es mantenerse en el juego político y quizás conectar así con el sector nacionalista. La verdad de este hecho es que ha utilizado la crisis humanitaria que sufre Venezuela para generar rechazo a quienes buscan una mejor calidad de viva fuera de su país.

Bogotá, Colombia y Latinoamérica no merecen un dirigente como ella, este tipo de personajes manipuladores e hipócritas deben ser expulsados del panorama político y ser denunciados ante instancias internacionales por su discurso de odio.

Un discurso de odio como los utilizados por la alcaldesa son factores para generar violencia ¿Cuál inclusión? ¿Cuál igualdad? 

El hecho de aprovechar la situación delicada de unos inmigrantes que dejaron su país forzosamente y no de manera voluntaria, deja clara la calidad humana de la alcaldesa: no pelea por inclusión e igualdad, más bien llena de manipulación deplorable un asunto tan grave y lo excusa por ser una incompetente y una incapaz.

La delincuencia no se mide por una nacionalidad; las responsabilidades son individuales, como hay delincuentes venezolanos, también los hay de otras nacionalidades. El odio que ha generado entre la comunidad venezolana tarde o temprano le pasará factura a su carrera política.

Claudia López,de su mano solo gestiona odio, incompetencia, hipocresía y retroceso. Personas así le quedan pequeños a la gran Colombia. Y nosotros los venezolanos no podemos replicar aquello que la alcaldesa genera, somos más que eso, aunque sentir lástima por un ser tan despreciable es casi inevitable. Bogotá será un mejor lugar cuando ella ya no este en la alcaldía.

El tiempo hará que la alcaldesa se trague de manera muy amarga sus palabras.

Que viva Colombia y que viva Venezuela.




Por Raymond Azar
Abogado, escritor, podcaster y Jefe Escritor del The Freedom Post